ROSTROS DE LA POESÍA VENEZOLANA/CAROLINA PÉREZ/LA CASA QUE SOY

 


1.-

Implacable

El tiempo intenta borrarlo todo; lo implacable elimina sentimientos, termina por secar lágrimas, se introduce insolente en la mente y desvanece recuerdos, elimina heridas y donde hubo dolor hace deliberadamente que germinen sonrisas y sueños.

El tiempo no es violento ni impaciente en su labor; somos nosotros quienes, sin tolerancia alguna, queremos acelerar su proceso y despotricamos contra él sin recelo. En los capítulos finales, siempre terminamos agradeciendo.


El tiempo ha borrado muchas cosas en mi vida, ha realizado varios cambios, pero hay cosas que han perdurado a sus designios. Lo que siento por ti tal vez sea un vivo ejemplo.



2.-

Aunque no te tenga, te tengo

Siempre vuelvo a ti, a tu recuerdo.


A pesar de los años, sigues siendo mi refugio favorito; te pienso y siento bonito.


Siempre vuelvo a ti, a tu recuerdo.


Intentando darle alivio a mi corazón roto, imaginándote en un abrazo.


3.-

Y ella tocó el interruptor y, como quien apaga la luz, detuvo el tiempo. Vio todo a su alrededor sin ninguna sorpresa y saltó de ese día hasta unos cuantos años atrás, con la delicadeza certera de una bailarina; de pronto, su corazón se detuvo. Allí estaba de nuevo, viendo cómo él subía corriendo por las escaleras para envolverla en el abrazo más cálido de su vida. Mientras todos celebraban la llegada de un nuevo año, él le susurraba al oído que había logrado llegar a tiempo.


Ella fue indescriptiblemente feliz y, sonriendo, abrió sus ojos. Se divertía viajando entre recuerdos.




***

Carolina Pérez (Valle de la Pascua, estado Guárico - Venezuela). Escritora. Licenciada en comunicación social - Mención  periodismo impreso. Universidad Arturo Michelena de Carabobo. 

Sus poemas aparecen en la Compilación ELLAS, Edición Multilingüe. Por: Amanda Reverón. Editorial Dos Islas/ Miami - Estados Unidos. Traducción Español - Griego, por Stella Panagopulu (2024). Amazon.com


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