MARIANELLA SÁENZ MORA/ ROSTROS DE LA POESÍA COSTARRICENSE/ LA CASA QUE SOY
HAIKU
(del poemario Las últimas gotas 2023)
De la canoa
cuelgan ya desahuciadas
las últimas gotas
*
CASA DE SOMBRAS
Ven a mi casa
con las manecillas rotas,
los zapatos sin suelas,
el alma despierta y demandante.
Ven con el aroma del mundo
alojado en tus cabellos,
con tus ojos aún llenos de rayuelas.
Déjame lavar tu tacto indomable
con la avidez de mis manos,
para reconquistarte siempre,
en el imperio inquieto de mis madrugadas
hasta el límite infinito
donde se extiende este pacto y sus cenizas.
*
ARBOLEDA
Semejan fuegos artificiales, explosiones de júbilo que otorgan a la cotidianidad del paisaje, la inusitada celebración de un día festivo. Florecidos árboles en tonos lila, naranja, rosa y amarillo, juegan a salpicar de gozo el paisaje, desde las azuladas faldas de las cordilleras, hasta la extinta algarabía, de los parques citadinos.
Jacarandas, Llamas del Bosque, Robles Sabana y Cortezas Amarillas, nos regalan espléndidos su color, en este enero de renovadas intenciones.
Un pequeño remolino del aire, juega desde el rosa y el malva de las flores de veranera caídas. Parecen querer decirme, que en esta fiesta de colores, sobre la que escribo, no me olvide de nombrarlas.
*
20
Tu nombre, hojuela de hielo
deshecha entre mis labios
hoy que te evoco
en la estática de un paisaje lejano
entre surcos de recuerdos o nostalgias
entre la dulzura de mariposas encontradas
en la simple arteria de las cosas.
Te reencuentro en la irrealidad
que golpea mi poesía
casi como inventar un pájaro
para dejarlo habitar entre paréntesis y rocas.
Muerdo mis labios y no hay rastro
recurro a los signos de este aroma vertical
cruzo mi pierna izquierda sobre la tuya
y otra vez somos el vértice invencible
en la persistencia del tiempo
compartiendo un trago.
Afuera Marilyn Monroe canta
en el momento que yo
entre caleidoscopios y rockolas,
beso tu recuerdo.
*
INVISIBILIDAD
Nunca supo de los cuentos de hadas. En su natal Cualquierlado, solo urgía levantarse temprano, cuando todavía estaba oscuro, vestirse a toda prisa con sus ropas regaladas, y salir sin comer, siempre de prisa, de la mano pequeña y tibia de ella. Se bañaba de noche, antes de irse a la cama. A esa hora había más agua y algunos niños aun jugaban bola en la calle, así, nadie notaba que estaba abierto el tubo que les servía de ducha, al lado de la pequeñísima habitación hecha de latas, donde vivían, ubicada en la parte trasera de aquella casa.
De eso se trataba todo: de que no las vieran. Que no las viera el sujeto que se acercaba por la calle caminando, ni la gente en la parada, ni los que como ellas, subían al bus rumbo a la capital. Algunas veces, alguien le sonreía y acariciaba su pequeña cabeza, comentando que hacía frío y que era muy temprano para que un niño hubiese dejado su cama. Entonces, ante el gesto anónimo e inesperado de cariño, se volvía con rapidez para buscar en el menudo rostro moreno de su madre, alguna aprobación a la sonrisa, pero ella iba como siempre, ausente y callada, con sus ojos de vidrio a punto de gotear también sobre su cabeza. Era un viaje gris y silencioso en las entrañas de aquel autobús indiferente.
Su mundo estaba lleno de carreras sucesivas, eso sí, sin hacer ruido con sus chancletas, compradas un par de números más grandes para que le rindieran. En la casa grande, las personas no hablaban como ellas, eran más blancas, más altas y todo lo hacían diferente. Siempre les estaban regalando cosas, los había oído decir que ellas eran inmigrantes y muy pobres. Que su mamá era una joven madre soltera, honrada y trabajadora. Todo eso debía ser verdad. Parecía gente muy seria.
Entraban por la puerta de atrás, donde la cocinera cantaba, una mujer redondita y oscura, de hermosos dientes blancos y pañuelos de colores en la cabeza. Las esperaba con una tortilla y una taza de avena, luego, su mamá se ponía a lavar la ropa y a limpiar todas las habitaciones pues debía ir a dos casas más antes que oscureciera. A veces, veía a su mamá animada con alguna bolsa de ropa usada o con un poco de comida extra, pero su parte favorita, era cuando después de bañarse, su mamá sacaba una estampita de su bolso, donde se veía a dos niños pequeños caminando sobre un puente mientras un muchacho rubio y con alas, les sonreía. Entonces su mamá, decía unas palabras que debían ser mágicas porque entonces sonreía y besaba la estampa. De la mano, se metían juntas al catre donde la abrazaba suavemente, la arropaba y le besaba la cabeza, en silencio, envueltas por la oscuridad donde una vez más, no podrían ser vistas aunque quisieran.
*
CONFUSO
El metamorfo despertó algo adolorido. Al mirar a su alrededor sólo pudo encontrar el vasto azul del cielo. Jamás le había sucedido antes, siempre recordaba al menos el momento previo a su decisión que era la que parecía desencadenar su transformación. Sin embargo, una profunda paz lo envolvía. Sintió algo de picazón en la nariz, sin poder evitarlo, un fuerte estornudo brotó de su pecho sonando muy parecido a un relincho, al tiempo que un ala trataba de contener el estruendo…
Marianella Sáenz Mora (Costa Rica -1968)
Turismóloga, voluntaria. Es también Poeta, Narradora, Gestora cultural orientada a la Acción Social. Promotora del arte, la cultura y la paz. Facilitadora de talleres de Fomento de lectura de Poesía contemporánea, Creación literaria inicial y Poesía como herramienta terapéutica. Su obra literaria incluye también microrrelato, haiku y literatura infantil (inédita). Ha publicado cuatro poemarios, tres en Costa Rica Migración a la esperanza, Perspectiva de la ausencia y Las últimas gotas y uno en España con Torremozas titulado Transgredir(se). Su obra se encuentra en múltiples antologías alrededor del mundo así como blogs, publicaciones y revistas literarias. Algunos de sus poemas han sido traducidos al italiano, inglés, serbio, catalán, rumano, albanés, sueco y braille. Obtuvo el Primer Lugar de la categoría de cuento del Concurso Literario Gonzalo Rojas Pizarro (Chile) en 2020 y el Segundo Lugar del Certamen Literario Brunca (Costa Rica- UNA) 2015, entre otros reconocimientos. Ha participado en importantes Festivales Internacionales de Poesía, así como también Encuentros, Coloquios, Tertulias, Homenajes, Ferias del Libro Internacionales, Universitarias, Infanto-juveniles, Cartoneras y otras actividades literarias y/o culturales. Ha sido jurado para el Festival Estudiantil de las artes FEA del Ministerio de Educación Pública entre otros.
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