SELMA PESTANA/ROSTROS DE LA POESÍA VENEZOLANA/OTRAS VOCES/LA CASA QUE SOY
SELMA PESTANA/ Maracay, estado Aragua - Venezuela |
1.-
Te Extraño
Criatura injerta
de corteza e hinojos blancos,
atardeceres sin rostro ni veladura,
de innumerables brazos excelsos
atrapando la vida.
Testigo,
saya de hojarasca
con ojos entreabiertos
y niñas distraídas extrañando.
Te Extraño yo,
creyendo verte en el árbol renegrido
del sol caliente,
en un reptil de verano,
en un fortín de legados
despojados en el tiempo,
como río de polvo
que arde en mis pasos.
Creí verte en el trono
hueco de siglos,
roidos de animales pequeños,
como un soplo de brisa
intangible y tierna.
Atisbo el estiércol pajaro
crujiendo tu sombra
de la mixtura abstracta.
Todas las formas esculpen tallas,
símil de brasa
de esta colisión imperfecta
con la hora exacta.
Ser místico igual que tu bronce
rústica y frágil ilusión.
Ojo de agua dulce
me iré a verte cálida,
con la mansedumbre del dolor
y artificios de la esperanza.
Despojados de bengalas
sin presunción,
enlodados y descalzos
de igual a igual.
Con la tierra empuñada de abril,
graneando bambalinas siderales,
a este escenario,
creerán que es guerra.
Descubriendo dinosaurios
atados a nuestra sombra,
siguiendo la estela,
rompiendo las caídas nervaduras,
peregrinos,
seguimos,
sin vertice en el punto final,
seguimos,
peregrinos,
solitarios y mendigos,
extrañando algo.
2.-
Blancura
Blanquísimo atizo....
acorde del alba,
agita el murmullo
la novia de Dios.
Tuve el camino por infinito,
sin atisbos ni color,
tus ojos sellados
en las pompas
las horas blancas borró.
Más claras neviscas
tan blancas blancas,
entumecidas,
frágil Diana.
Pecera mía
y caballo de plata,
cuarzo de azúcar todo el mar,
la aurora tardía
lustre y pálida.
Yo enarbole mi causa
como pez embestido,
estampa de ciego gemido,
zaga de mi espalda.
Frío y cálido fondo
la albura sin fin,
somos del vendaval
y derramadas perlas.
3.-
Cerrojos ceñidos
Aun se oyen las plegarias
en el río.
Las hojas se bordan en el pecho
modelando mi corazonada.
Los tréboles juntos,
racimos aplaudidos de niños
acompañan las ruidosas pipas
en guardia.
Mi sollozo leones
despinta los trazos
urbanos de otoño.
En sus flotas soñadas
llevan el rito melodioso
de las piedras dando la hora.
Ondea mi abultado cuerpo
fluorescente en la corriente,
las vallas callejeras
apagan el día
luz de monumentos.
Timonea la ruta de mi viaje,
emergida del muro divisorio,
ignoro la mitad oculta,
testigo de honra
con cerrojos ceñidos
de amores declarados,
perpetuos en ironía.
Graznido fantasma,
transeúnte,
señuelo sol
robado de tajo,
edificando el sesgo
de una vida,
solo una.
4.-
Tu regazo se desgaja en el campo
simulando tu orfandad
tus pies llevan la carga de un combate,
garza o águila salvaje.
Tu nido es herradura para anidar
tu vuelo un arrabal de éxodo
irrigando tu sangre forzada a emigrar.
Tus lágrimas precipitan densas
el agua miel,
la infructuosa guerra
su desarme desde tus carnes,
descendientes de amores
Muerde tus sueños
un Caribe cruzado de estrellas,
lamparea tus partos de verdores,
por el río que te mese
en protesta brava
Adoleces en el rebaño
marcado de yerra,
como tu vida es estampada del bien y del mal.
La copla de arrullo y bandolera a tu espalda
te acompañan al ordeño sobreviviendo al escarnio.
La vida te despide en dos caminos,
con tu olvido bajo las piedras
y dejas la cruz y una bandera.
Con el brío, madraza y caballera
fundes tu emporio de raza fina,
sol que alegra tu casa
y en silencio conquistas el mundo.
5.-
Ilusión personificada
Seré el fósil del ocaso alumbrada de relámpago,
hueso de fruta prohibida
con habas abrazadas
a la fronda del arco de bienvenida,
donde la esclavitud quedó abolida
y la la ilusión comprometida.
La alegría chispas, lupa de fuego.
Me quedan las caricias
con la mordida dulce
y la ternura gastada,
renovando mis poros erizos
bocadeando las voces del coro.
Tendida, satisfecha de la vida concluida,
con el anhelo en el nido delineado
de tachones de overas
y pichones deshabitando.
Los fragmentos de piel despuntando la aurora,
con la libertad entre las manos,
siendo el preludio
el mimo, enmudeciendome táctil
hasta borrarme,
en la historia que hemos personificado.
Selma Pestana Quintero/ Maracay Estado Aragua - Venezuela. Poeta, docente y artista plástico. Actualmente reside en Dublín - Irlanda.
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