BROTE POÉTICO: LEANDRO MURCIEGO / PAMA POESÍA A MANO ALZADA/ NOCHE DE LETRAS 2.0 (ARGENTINA)/ LA CASA QUE SOY (VENEZUELA)
Leandro Murciego es poeta, escritor, periodista, docente, mentor y coach literario y artístico. Nació en Buenos Aires en 1970. Desde hace 25 años forma parte del staff permanente de la redacción del Diario La Nación de la Argentina. Actualmente, tiene varios alumnos y escritores con los que realiza procesos de Escritura Creativa, Mentoreos y Coacheos Literarios de manera individual y grupal (con todos ellos de forma virtual).
En 2013 creó el portal literario PAMA (PoesiaAManoAlzada.com.ar) y desde hace seis años conduce el podcast cultural Noche de Letras 2.0, que desde su nacimiento se emite por Radio Trend Topic. Además, es gestor cultural llevó adelante los ciclos Voces del más acá (junto con Rosa Rodríguez Cantero y Carolina Bregy), Resistiendo con poesía I y II (RCP, con Carolina Bregy) e Intimidades poéticas. También formó parte de la organización de la Noche de la poesía de Buenos Aires.
Premios y distinciones
Obtuvo por sus producciones radiales y por su sitio web obtuvo varios premios. En 2015, Noche de Letras 2.0 fue elegido como el mejor programa literario según el premio Antena VIP; en 2016 obtuvo dos premios como mejor programa cultural y educativo y mejor artística radial de la Argentina y Uruguay según el Premio Río de los Pájaros. En 2017 se quedó con el Premio Trendo Topic (dedicado a las radios on line) en el rubro “Literatura”. En 2018 fue distinguido por su función poética/social en Curacautín, Chile, por la agrupación Amigos del Libro; mientras que en 2017 ganó con el sitio Poesía A Mano Alzada (PAMA) el premio como Mejor sitio cultural/literario de la Argentina y Uruguay, según el Certamen Río de los pájaros.
Producción literaria
Escribió el poemario Identidad, que se editó en los Estados Unidos por medio del sello “Por el ojo de la aguja“. Además, participó de las antologías Versos Paralelos (Estados Unidos) y Colectivo por la memoria, verdad y la justicia, Poesia YA (Argentina). Prologó los libros “Cambios radicales” de Betty Flores (México) -en 2015-, “Era feriado y estábamos despiertos” de César Saravia en 2019, “Entre dos mundos” de Diana Elffman -en 2021- (ambos editados en la Argentina). Además, participó del libro “Sueños sin barreras” de Carlos Alberto Rodríguez, anuarios pugilísticos.
Sus textos poéticos que están textos atravesados por el presente social, político y cultural fueron publicados en revistas y blogs de Estados Unidos, México, Colombia, Chile, Venezuela, Uruguay, España y de la Argentina.
Murciego entiende la literatura como un hecho artístico/político/social donde la existencia del otro (lector/público) es quien completa la obra. Es un militante de la cultura y desde su sitio web busca cumplir su sueño de convertir PAMA como un espacio donde reine la Literatura social.
Somos el viento -capaz de cruzar tu zanja-,
la semilla que se sabe flor.
Venimos galopando el verso de mar a mar
con la fuerza de la verdad
(que no se quiere oír).
No somos lamento
sino grito cargado de historia.
Nos fueron cayendo en abismos,
nos confinaron a soledades y miserias.
Quieren hacernos olvido.
No somos pasado.
Somos una Nación que quedó apretada
entre los “Rocas” y las montañas.
Una razón que tiñeron de carmín
y condenan a vagar en el más oscuro vértice.
Leandro Murciego
(Mapuche)
Poeta se muere.
El resto es un constante devenir,
un mirar con la yema de los dedos,
un aprehender con las pupilas dilatadas.
Nadie nace conociendo
ni la profundidad de un verso
ni el sabor de una metáfora.
Somos como el pan:
no levamos sin que nos amasen.
Y para distinguir el “rojo caravaggio”
es preciso haber conocido
el naranja y el colorado.
Leandro Murciego
(Manifiesto)
A Daniel Quintero
Subasto tres clavos oxidados,
un par de leños
y una corona de espinas.
No nací para sufrir,
que otro sea Cristo.
Tengo mucha sangre en el tintero
esperando por salir.
Leandro Murciego
(Apostasía)
Para (Gaby) Norma Arrostito,
No les pienso dar más información que este poema.
De mí no saldrán ni santos ni señas.
He sembrado de olvidos mi memoria;
sólo me quedan unas voces compañeras,
el eco de algunas risas
y la amarga tibieza del último mate entre amigos.
Los nombres que supe he aprendido a olvidarlos.
Sostendré el silencio hasta la última palabra.
Tengo la convicción de que de este lado nos abriga la utopía.
Mañana quizá sea otro día
-o el mismo- con algún recuerdo menos.
(Ni perdón ni olvido)
Por momentos fui salmón:
dejé los huevos contracorriente.
Siempre me moví bien
en las zonas grises.
Y, aunque no me doctoré en leyes,
tengo más prejuicios
perdidos que ganados.
Me especialicé en la letra chica;
en poemas que jamás serán editados.
Leandro Murciego
(Letra chica)
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