ROSTROS DE LA POESÍA VENEZOLANA/ JULIA YASMINA LIENDO / LA CASA QUE SOY

 


1.-


En el patio

el verdor desaparece

la marchitez se apodera

de cada rincón


Los pájaros apenas se detienen

como si llevaran prisa

saben de tu estadía para siempre

en el reino de la transparencia


Adorada madre

en la sutileza de sus cantos

veneran tu recuerdo


Los perros no ladran

solo permanecen echados

al pie de tu mecedora


2.-


El embrujo del mar

atrapa a los pescadores

con el galardón

al desafío del amanecer


el cielo despejado de tormenta

extiende sus brazos

a las aves que revolotean

alrededor de las embarcaciones


De regreso al hogar

los cubre el manto del regocijo

sus barcas repletas del tesoro extraido

de las profundidades


A la orilla de la playa

sea de día o de noche

un amigo incondicional

les da la bienvenida con sus ladridos


El verdor abarca

un espacio del camino

hacia parajes de brisa

palmeras y cocoteros


La mirada se extravía

hasta la unión de los azulejos

el arrullo de la inquietas olas

trae a mi memoria aquellos atardeceres

donde tu cuerpo  era el oasis

de mis horas menguadas


 3.-


Atados a cortes y agujas

que tratan de calmar

el largo padecimiento

la compasión y la paciencia

se confunden con la esperanza


El firmamento de los sueños

queda estancado

en el desgaste de las carnes

en los huesos retorcidos


Los ojos gotean sangre

en la queja apenas escuchada

el soplo de vida se escabulle

a través de las carnes putrefactas

que empiezan a contaminar

todo el cuerpo

como un llamado al desenlace


Enlazados en un arpegio

de súplicas para sanar

del cuerpo y del alma

en una lucha 

de santidad y galenos


4.-


Las olas resbalan

sobre nuestros cuerpos desnudos

embriagados de caricias


Se abre la piel 

sin remilgo al goce

de la música de sensaciones


Mis gemidos se confunden

con la sonoridad del mar


Abrazados nos sorprende

el amanecer que esparce

su hechizo como un brindis

para seguir bajo tu calor

de leopardo que enciende

las fibras de mi cuerpo

hasta perderme

en la selva de la inconciencia


5.-


Mujeres

somos los pedestales

de la humanidad

somos las preferidas

del Creador


Con su bendición

nuestro vientre

es el nicho del génesis

en el imperio de la Madre-Tierra


El cielo nos brinda

el timón de la justicia

el bastón de la esperanza

la armadura de la fe

el estandarte de la paz

el cofre de la valentía

el bosque del amor

la nave de la pasión

para llevarlos incrustados

en el alma y en el corazón

como las llaves 

que abren los candados

de la orgía del amanecer


Mujeres hermanas amigas

sin distinción de raza

doctrina o religión

no dejemos de halagar

al universo cumpliendo

con la misión asignada

sin desmayar en el intento


Cada día es un desafío

cada día algo  nos sorprende

Y cada día debemos seguir

forjando legiones

que ofrezcan luceros

como Esther, Rut,

Moisés y Abraham 


***

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