MARIAN RAMÉNTOL/ POESÍA CATALANA/ ESPAÑA/ EDICIÓN BILINGÜE ESPAÑOL- ITALIANO/TRADUCCIÓN: MARIAN RAMÉNTOL Y ALBERT LÁZARO TINAUT/ LA CASA QUE SOY

 

MARIAN RAMÉNTOL/ Barcelona - España

Traduccón: Mariam Raméntol / Albert Lázaro Tinaut

 

LA LAVA ES OTRA PIEL QUE HA DECIDIDO SER TRISTE

¿En qué muerte morirá mi cuerpo?

¿En qué poro de celuloide se dormirán mis delirios?

La lava es otra piel que ha decidido ser triste.


Las tardes de electrones enloquecidos

quieren huir por el dintel de mi fracaso

a la caza de truchas distraídas

que con un parche en el ojo

asalten la vía Láctea creyéndose ángeles

exterminadores del gris lento.


Para qué ofrecernos en sacrificio

si los poemas mueren

intentando hacer la vertical sobre los versos,

llenan su epicentro de abdominales voluptuosas

y lucen desde las seis de la mañana,

para morir luego estrangulados

por los tríceps de una nuez negra

vendedora de guías de botánica.


*LA LAVA È UN’ALTRA PELLE CHE HA DECISO DI ESSERE TRISTE.

In quale morte morirà il mio corpo?

In quale poro di celluloide si addormenteranno i miei deliri?

La lava è un'altra pelle che ha deciso di essere triste.


I pomeriggi di elettroni impazziti

vogliono fuggire per l'architrave del mio fallimento

alla caccia di trote distratte

che con un impiastro nell'occhio

assaltino la Via Lattea credendo di essere angeli

sterminatori del grigio lento.

Perchè offrirci in sacrificio

se i poemi muoiono

cercando di fare la verticale sui versi,

riempiono il suo epicentro di addominali voluttuose

e luccicano dalle sei del mattino

per morire poi strangolati

dal tricipite di una noce nera

venditrice di guide di botanica.


MANCHO DE SILENCIOS EL  AHOGO

Me traiciona el paisaje de mi cuerpo

no hay antibiótico para estos párpados

que se pudren en la maleza de las calles,

como la obscenidad de la huella de un curioso

sobre el rumor de sillas y patíbulos,

que siempre deja relojes falsos sobre la mesa

y cicatrices auténticas en las encías.


Pero a veces,

amanece el vértigo de las hojas,

sobre el eco de los libros y el café.


Entonces imagino un caballo de cartón

que libra sus batallas en quirófanos salados,

una tarde preguntándole a la fuente

cuando cambió el agua por limpia cristales,

un par de pechos aprendiendo los pasos de baile

que ofrece la gelatina cuando cruza

la tráquea a toda leche,

y me veo en un rincón del pentagrama,

tan absurda

como una niña

lanzando sobre una luna sin parabrisas

toneladas de maquillaje y grietas arrugadas.


Y mancho de silencios el ahogo, la carcoma

y los deseos, como un saxofón tuberculoso.


* MACCHIO DI SILENZI IL SOFFOCAMENTO

Mi tradisce il paesaggio del mio corpo

non ci sono antibiotici per queste palpebre

che marciscono nella sterpaglia delle strade,

come l'oscenità dell'orma di un curioso

sul rumore di sedie e di patiboli

che lascia sempre falsi orologi sul tavolo

e cicatrici autentiche nelle gengive.


Ma a volte,

albeggia la vertigine delle foglie,

sull'eco dei libri e del caffè.


Allora immagino un cavallo di cartone

che combatte in sale operatorie salate,

un pomeriggio mentre domanda alla fonte

quando sostituì l'acqua con detergente per i vetri,

due seni imparando i passi di ballo

che offre la gelatina quando attraversa

celeremente la trachea,

e mi ritrovo in un angolo del pentagramma,

così assurda

come una bimba

che lancia su una luna senza parabrezza

tonnellate di trucco e crepe rugose.

E macchio di silenzi il soffocamento, il tarlo

e i desideri, come un sassofono tubercoloso.


SIN RIESGOS ELÉCTRICOS EN LOS PARÉNTESIS DE LA SANGRE

Mi muerte se ha fumado un cigarrillo

en la barra suicida del bar

mientras me hablaba de la invitación apremiante de los años,

de la ausencia domiciliada en el papel

y de su extraña manera de apagar la luz,

sin riesgos eléctricos en los paréntesis de la sangre.


Quizá estoy en deuda con el viento,

y mi intuición haya olvidado

la letra de mis baldosas anárquicas,

porque curiosamente,

he enrollado la urgencia del verde en la ventana,

y mis manos

han decidido hacer de la acera su único horizonte.


He visto mi calle andar por pasillos de aguardiente

adelgazando sus dudas abrazada a un espasmo,

con sueños de bicicletas atrincheradas en el abdomen,

los dientes empapados de periódicos vacíos,

y paisajes de barro alineándose en mis ojos.


Una mirada larga a mis espaldas, una lengua

de asfalto y humedades, conteniendo a mordiscos

la ira de las horas avanzadas, y sigo respirando,

respirando la timidez del día

y la infinita distancia de mi nombre.


*   SENZA RISCHI ELETTRICI NEI PARENTESI DEL SANGUE

La mia morte si è fumata una sigaretta

al bancone suicida del bar

mentre mi parlava dell'invito urgente degli anni,

dell'assenza domiciliata nel foglio

e del suo strano modo di spegnere la luce,

senza rischi elettrici nei parentesi del sangue.


Forse sono in debito col vento,

e la mia intuizione ha dimenticato

la calligrafìa delle mie piastrelle anarchiche,

perché curiosamente,

ho arrotolato l'urgenza del verde nella finestra,

e le mie mani

hanno deciso che fosse il marciapiede l’unico orizzonte.


Ho visto la mia strada percorrere corridoi di acquavite

dimagrendo i suoi dubbi abbracciata a uno spasmo,

con sogni di biciclette messe al riparo nell'addome,

i denti inzuppati di giornali vuoti,

e paesaggi di fango allineandosi nei miei occhi.


Uno sguardo lungo alle mie spalle, una lingua

di asfalto e umidità trattenendo a morsi

l'ira delle ore avanzate, e continuo a respirare,

a respirare la timidezza del giorno

e l'infinita distanza del mio nome.


CUANDO LLORAN LOS ATARDECERES EN LA CIUDAD DEL CUERPO

No existe la empanada de atún de los domingos                       

aunque la veáis morir de frío en la ventana

o dispuesta a cruzaros la tráquea atléticamente

con todo el pánico escénico en los ojos.


Tampoco existe la promesa de las ingles

cuando besan los dedos deshuesados de la noche,

con esa tierna geometría que confunde.


Sólo los tabiques de este encierro

hecho de cielos de amianto, el despertador

puntual en la cita con la muerte, el pecho alterado

cuando lloran los atardeceres en la ciudad del cuerpo.


Sólo los días, embarazados de abriles,

se apretujan en una cáscara de nuez,

empeñados en una suerte de deriva atea,

navegable desde la retaguardia del pentagrama

con su pelotón de fusas

zambulléndose entre los escombros y mi nombre

destrozado.


*    QUANDO PIANGONO LE SERATE NELLA CITTÀ DEL CORPO

Non esiste il panzerotto di tonno della domenica

benché lo vediate morire di freddo alla finestra

oppure pronto ad attraversarvi atleticamente la trachea

con tanto di panico scenico negli occhi.


Non esiste nemmeno la promessa degl’inguini

quando baciano le dita disossate della notte,

con quella tenera geometria che confonde.


Soltanto i muri sottili di questa reclusione

fatta di cieli di amianto, la sveglia puntuale

nell'appuntamento con la morte, il petto distorto

quando piangono le serate nella città del corpo.


Soltanto i giorni, gravidi di aprili,

si stringono in un guscio di noce,

ostinati in una sorte di deriva atea,

navigabile dalla retroguardia del pentagramma

col suo battaglione di biscrome

che si tuffano tra le macerie ed il mio nome

sconquassato.


CON EL AIRE ENCADENADO AL LUTO DE LAS VENAS

Duele la piel y el ácaro que rueda entre los huesos,

su temperatura sin flores en la boca

como póstuma tristeza

anidada en la axila de un mundo de sangre discontinua,

con harmónicas entre los dientes,

espejos en el pecho

un peine de concha en el bolsillo, manchado de hierba grave,

girasoles de cartón,

polizontes que comulgan con la arena mordida,

de color callado y vientre sin metralla.

Duele la densa cabellera de los besos

que son cintura, inquilinos de mis sienes,

el roce preciso que necesita el dolor,

la felicidad del secreto, el rojo enredado

en la lágrima cuando es cicatriz sobre los charcos.

En el llavero de todas mis muertes,

llevo la frontera de las manos,

mares de burbuja, frágiles desde lejos,

desenfocados, insospechables, febriles,

empeñados en poner palabras redondas

en labios viudos que se citan en la orilla.

Y duele. Duele la canción prófuga de papel

y el blanco de las bocas, con el aire

encadenado al luto de las venas,

qué lástima da verla convertida en una caricia

experta en herir los azules que nunca respiran,

aquellos que perdieron el lamento en alguna zanja,

y ahora ya no encuentran trinchera

donde apoyar la mejilla.

Deja que flote, por favor,

déjame abrazada al contagio del silencio,

con el nombre puesto, rígida de luna,

con la promesa de abrirme al pájaro,

a la copia en blanco y negro de mi frente,

deja que se vayan los verbos,

y el sudor de sus conjugaciones,

déjame en esta ciudad como cuchillo

y en el ruido de su corazón cuando calla.


*   CON L'ARIA INCATENATA AL LUTTO DELLE VENE

Duole la pelle e l'acaro che gira fra le ossa,

la loro temperatura senza fiori in bocca

come tristezza postuma

annidata nell'ascella di un mondo di sangue discontinuo,

con armoniche fra i denti,

specchi sul petto,

un pettine di madreperla in tasca, macchiato d’erba grave,

girasoli di cartone,

piedipiatti che fanno comunione con la sabbia morsa

dal colore tacito e il ventre senza mitraglia.


Duole la densa chioma dei baci

che cingono la vita, inquilini delle mie tempie,

la carezza precisa che bisogna il dolore,

la felicità del segreto, il rosso ingarbugliato

nella lacrima quando è cicatrice sulle pozza.


Nel portachiavi di tutte le mie morti

trascino la frontiera delle mani,

mari di bolla d’aria, fragili da lontano,

sfocati, insospettabili, febbrili,

ostinati a mettere parole rotonde nelle labbra vedove

che si danno appuntamento sulla riva.


E duole. Fa male la canzone profuga di carta

e il bianco delle bocche, con l'aria

incatenata al lutto delle vene,

che peccato veder che è diventata una carezza esperta

a ferire gli azzurri che mai non respirano,

quelli che hanno perduto il lamento in qualche fosso,

e non trovano più una trincea

per appoggiare la guancia.


Lascia che galleggi, ti prego,

lascia che mi abbracci al contagio del silenzio,

col nome sistemato, rigida di luna,

con la promessa di aprirmi alle piume,

alla copia in bianco e nero del mio fronte,

lascia che vadano via i verbi,

e il sudore delle sue coniugazioni,

lasciami in questa città come coltello

e nel rumore del suo cuore quando tace.



Marian Raméntol, (Barcelona, 1966).

Poeta, traductora y directora de la revista cultural La Náusea. Miembro del grupo musical O.D.I con el que ha editado vídeo-libros y diversos álbumes además de bandas sonoras de cortometrajes. Ha trabajado con músicos experimentales en múltiples recitales y performances. Ha traducido a poetas contemporáneos italianos al catalán y al castellano. Ha publicado diecisiete poemarios y ha sido incluida en dieciséis antologías. Ha sido premiada en diversos concursos nacionales e internacionales, y su obra ha sido ampliamente difundida en revistas especializadas donde ha publicado poesía, ensayo y artículos de opinión. Ha sido traducida al inglés, alemán, italiano, rumano, armenio, portugués, búlgaro y estonio, y ha prologado varios libros de poesía. Su actividad en el ámbito artístico y poético le ha llevado a formar parte de festivales (tanto poéticos como de cinematografía), exposiciones, recitales y diferentes actos patrocinados por ayuntamientos, editoriales y otras entidades culturales.

Revista cultural La Náusea /Blog personal/ Blog antiguo


** La traducción ha sido realizada por la autora con la colaboración de Albert Lázaro Tinaut, editor y traductor de numerosas obras de ensayo, narrativa y poesía, sobre todo del italiano y el estonio, al castellano y el catalán; y con el asesoramiento lingüístico de Pietro Dini, catedrático de Lingüística de Filología Báltica en la Universidad de Pisa –Italia- y doctor honoris causa de la Universidad de Vilna –Lituania.


Share:

0 comentarios