SOLANGE RINCÓN/ROSTROS DE LA POESÍA VENEZOLANA/ LA CASA QUE SOY

SOLANGE/RINCÓN/ MARACAIBO - VENEZUELA


1.-

Porque soy una rarísima especie

de estrella en extinción

que cae en una noche especial del año donde

nos movemos hacia una oscura

incertidumbre

y si la vemos

pedimos el deseo de la inmortalidad 

escrito a cincel

mientras llueven gotas de lucidez

en una embriagadora estela

de luz cegadora

y puede servir esa la luz

para encender la lámpara del genio

y frotar con amor los deseos

en los cuerpos que nunca sueñan.


2.-

Cuando miro veo el alma mirándome

es tan obvia leyéndome

dándose al papel intacto de la pena

cuando me tocan los día como páginas

y los versos compartidos en los ojos del aire

y en otros ojos que ven su alma en lo que miran

es tan obvia el alma cuando se va

porque el cuerpo queda sin memoria

sin un gesto habitado

perdido en lo que fue

sin dolor

ni un efímero soplo

del que nadie se acuerda.

3.-

Un poema que resuma mi amor por ti

que sea un atado de flores, de selva, ríos y 

palabras

un cuerpo boca abajo como cordillera,

nubecillas de algodón, desierto y páramo


Hay un jardín donde reposas y quebradas

cuando ríes, bello cíclope desnudo de

visceral perfume.


Hay arcángeles y trompetas en tu

anunciación, vasto estruendo de la nada

que claro el lado oscuro de un grito

creo que te debemos la inmensidad,

cualquier momento de locura

el loto más bello del estanque

cuando gira inclemente.


Quizás sea un desatino no hablar de bares,

personajes oscuros, reyes del café,

espumantes licores, contra las luces 

mortecinas

también es una búsqueda válida de un yo

perdido.


Yo hablo de amor

de sacarse el corazón y darlo

de no oscurecerse en el alambre como un

escorpión  levantando las arenas del sí

mismo.


4.-

Yo escribo mil flores al día

cuelgan de mí y me adornan

yo sé que eso te intimida y te encierras caracol

no sé como dejarlas dentro de la boca

que recen hacia dentro

con la cruz en el suspiro

su verbo más puro.


Cómo decir que me la paso llena de fulgor

que solamente vivo en la palabra

que todo lo demás se quema solo

en la luz de un cirio que no alumbra

con el sentimiento dormido del no estar.

5.-

La vida no es un simple tren que se detiene cansado

jamás vi la ilusión de partir en tan claro paisaje

irse es una metáfora del engaño

dormimos mientras nos vamos a ninguna parte

en la distancia desnuda de brazos

una lámpara me espera para escribir versos entre mis piernas

no me conmueve soplar margaritas en marzo

para que digan que la poesía es el lecho donde muere el capricho

o que si es grande la rama donde se mece

yo me siento morir si solo duermo oscurecida

no me importa que vengan por mí para enterrarme viva

los grandes alfabetos

yo estoy cuando me ausento en el jardín de mi boca

salvaje e indomable

a la altura del canto de un ruiseñor

sin más

porque me dio por rodar a su altura.


SOLANGE RINCÓN / Psicólogo clínico  y escritora (poetisa, narradora, ensayista). Perteneció al taller literario de la Secretaría de Cultura (coordinado por Jorge Luis Mena), al de narrativa del Centro de Bellas Artes (coordinado por Laura Antillano) y al grupo literario La Secta del Fénix.


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