POR: TXEMA G. CRESPO/ESPAÑA/ SIEMPRE CONTÉ DIEZ Y NUNCA APARECISTE/KEPA MURUA/ESPAÑA/LA CASA QUE SOY

La vida en una ciudad cercana

La falta de esperanza del individuo, la identidad del poeta en su proceso creativo (como una metáfora de la sociedad en la que vive) son algunos de los referentes temáticos de los que Kepa Murua recurre en Siempre conté diez y nunca apareciste.

“El primer poema de este libro fue el que dio título al libro. Ya en él aparecen las ideas que se desarrollarán en el poemario”, recuerda el autor. Y la desazón de la vida moderna que se podría resumir en la ausencia, el deseo no satisfecho y la nada como horizonte (el nihilismo, en fin) dominan este libro aparentemente difícil.

“Podría haber escrito un poemario más cálido, más fácil, con una entrada más sencilla, con un poema de amor a lo Neruda, por ejemplo, pero no quise que fuera así”, explica Murua, quien buscaba que el lector hiciera un esfuerzo: “quise escribir un libro subversivo que habla del amor y los sentimientos en una ciudad cercana”.

Además, en Siempre conté diez y nunca apareciste, Murua no se olvida del dilema que salpica toda la creación poética contemporánea: ¿Para qué sirve la poesía? “La intención era poner sobre el tapete la idea de que la poesía huye hacia la nada sin sentido ni conciencia alguna”, explica el autor.