SOBRE CANCIONES PARA PAU DONÉS/KEPA MURUA/GUIPÚZCOA - ESPAÑA/LA CASA QUE SOY
KEPA MURUA/ ZARAUZ, GUIPÚZCOA - ESPAÑA |
EL DESVELO EDICIONES /2022
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SOBRE CANCIONES PARA PAU DONÉS
En efecto, son canciones, quizás no poesías, aunque para ambas debe existir una música. En efecto son canciones, podrían tener estribillos y coros en segundo plano, para estas letras sencillas y adecuadas para ser dedicadas a un amor, al amigo; para ser cantadas y que nadie dude de lo que hablan, pues no hay doblez, no hay oscuridad en ellas, ni significados ocultos.
Pero es así porque este es un libro-homenaje, un homenaje en letras para el que ya no está y que, sin embargo, quedará entre nosotros, como todos los artistas para su público más leal. Porque los músicos se hacen inmortales, como el verdadero poeta, como los grandes artistas de cualquier época.
No te vayas
En el suelo resbaladizo
hay una flor que me mira.
Una gota de lluvia
va del árbol a mi cara.
No te vayas, como el otoño,
inesperadamente.
Como la luz que se extingue
por la noche, no lo hagas.
Deja que mis ojos te vean.
Que mis manos te toquen.
Que mis palabras te celebren
entre la lluvia.
Tal como el presente
en los días calurosos,
cuando la flor crece
mi cuerpo amará el tuyo.
Para que no se rompa
lo que estaba unido
o para que no se desuna
lo que es nuestro.
Cada gota es un beso.
Cada beso, una lágrima.
Cada espera, un encuentro
compartido y no olvidado.
El espejo roto
Ahora que tu mano se escapa de la mía
y que nada me puedes decir que no sepa,
la vida se ha detenido en una vía estrecha
donde los árboles caminan cabizbajos
y yo me detengo solo.
Sabes que no es necesario que lo diga:
el engaño no se arrepiente de lo que hizo,
sino de lo que deseó y no pudo.
Aquel encuentro fue todo
y ahora es recuerdo que daña.
Es verdad, duele: cicatrizó la herida,
pero el fuego enciende
la habitación fría.
La casa no es la misma.
¿Quién puede vivir sin tu compañía?
Desde que tus palabras me dejaron
se detiene en la puerta el amor
para preguntarme si estoy rendido.
¿Quién podrá ver sin dolor
a ese fantasma que se pierde?
Tus labios callaron,
se secaron los míos.
No me llamas para no verme,
no me hablas para no herirme.
¿Se muere estando vivo?
Me arrepiento
No me creas cuanto te digo
que no te quiero; me arrepiento
cuando te digo que te vayas
y que no estés a mi lado.
Que se terminó lo nuestro
y tantas otras cosas se dicen
para que se grite
lo que no debe ser gritado.
Tras esa ventana
la noche extiende su dominio
en una sábana velada
que se comparte.
No me creas si no respondo
a esa pregunta que aún ahí,
recién callada,
queda en silencio.
No lo hagas
por nada del mundo.
Cuando se pronuncia
hace daño.
El cantante
No leo un libro
porque los olvido todos,
siento la vida
diferente a los demás.
Para volar sin peso
una ola me lleva al mar,
el paseo es con mi hija,
la conversación con un amigo.
Corre por mis venas la música,
escucho una canción en la cabeza,
sentado en el balcón
miro la calle vacía.
No hay gente abajo,
el mundo se ha detenido,
podría ser yo ese enfermo
al que nadie visita.
Soy un cantante
que ha cantado solo,
palabras puse en los oídos
para que viviesen.
Para despertar al dormido,
para consolar al desesperado,
rimas para conjurar al olvido,
notas para el abandonado.
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